martes, 14 de octubre de 2014

Made of Glass

Nunca se está lo suficientemente preparado para sufrir.
Nunca se es lo bastante fuerte. Nunca se es lo bastante valiente como para asumir que has de arriesgarte a entrar en la tormenta. A apagar las luces, a entrar en la oscuridad, a cerrar los ojos, a saltar sin paracaídas.

A veces olvidamos que la vida es eso. Saltar sin mirar dónde, correr sin rumbo alguno, olvidar nuestros planes, lanzarse al vacío.

Y mientras caemos, recordamos nuestros pasos. Nuestras decisiones, nuestros miedos, nuestros momentos felices. Aquellos momentos en los que, sin más, estábamos completamente seguros de que nada podía tocarnos. Nada podía hacernos daño…Y volvemos a la realidad, para darnos cuenta de que estamos hechos de cristal. De un material frágil y vulnerable.

Sin embargo, aunque estemos rotos, no importa en cuántos pedazos, podemos aprender a regenerarlos. Quizás incluso de formas más bellas. Quizás incluso… De un material más fuerte.

El caso es que, mientras nos hacemos añicos, mientras observamos como nos desintegramos sin hacer nada al respecto más que quejarnos, y  arrepentirnos, somos incapaces de ver que,por una vez,estamos siendo valientes, estamos arriesgando,haciendo lo correcto a pesar de lo duras que son las circunstancias, a pesar del temor, a pesar del dolor, a pesar de todo… 
Y  algún dia ese dolor nos hará crecer… Nos hará volar, nos hará ser libres

Porque,al fin y al cabo,una de las pocas cosas maravillosas del ser humano…Es que somos capaces transformar en algo bueno,en algo positivo.

Y por que,al fin y al cabo…Al final…


Sólo queda en la memoria,lo que proviene del corazón…

NereitaDoubleB.